En mi rutina diaria de cada mañana, entre sorbo y sorbo de café, ojeo libros, apuntes, lecturas. Hoy parece que cada cosa que pasa por mis ojos a través de mis manos, me envía un mismo mensaje: escribe.
No importa qué, pero escribe. No importa si es bueno o malo, si tienes éxitos o fracasos, si te leen o no, escribe. Lo relevante en todo este acto, es dejar que la inspiración hable de la manera que desee, darle rienda suelta a la creatividad que golpea a la puerta de la imaginación y persistir.
Y asi como lo mío es a través de unas letras, a otros será a través de una alquimia de ingredientes preparando manjares, o de un montón de colores que expresan una emoción, de un conjunto de palabras que se agolpan en la mente para ser escuchadas, de un pentagrama con notas musicales, o un momento compartido a través de un lente.
No escuchemos nuestra voz crítica, ni nos dejemos apoderar del afán de complacer a los demás, ni de nuestro miedo al fracaso. Confiémos en lo que hacemos, dejemos que el impulso que mueve a Salomé, sea ése que nos revolucione el corazón y soltémonos a nuestra propia aventura.
Lo importante a la hora de soltarnos a un mundo de reinvención en una nueva etapa, y diría yo lo importante al hacer cualquier cosa que nos propongamos en la vida, es la dedicación y el amor que le pongamos a lo que nos llena y nos satisface. Nada más.
Hazle caso a Salomé, escribe, escribe, escribe, que tus lectores esperamos tus letras.
Abrazos de luz
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Gracias! Pronto atraparé mis musas! parece que andan de vacaciones
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Pues ya ponlas a trabajar, jajaja
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Mi humilde comentario es que lo haces bien. Fácil de leerte.
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